ITACyL ha desarrollado diferentes actividades para la promover la gestión eficiente de las explotaciones agropecuarias en Castilla y León.

Los trabajos que se están desarrollando van encaminados a promover la optimización de recursos mediante el compostaje y la digestión anaerobia, para valorizar los residuos agrícolas contribuyendo de este modo a mitigar el cambio climático a través de la economía circular.

El ITACyL, como beneficiario del proyecto SYMBIOSIS II (745_Symbiosis II_3_E) del programa operativo POCTEP, ha desarrollado diferentes actividades para la promover la gestión eficiente de las explotaciones agropecuarias en Castilla y León. Los trabajos que se están desarrollando van encaminados a promover la optimización de recursos mediante el compostaje y la digestión anaerobia, para valorizar los residuos agrícolas contribuyendo de este modo a mitigar el cambio climático a través de la economía circular.

La economía circular, se basa en la reducción de residuos y el aprovechamiento de estos para generar nuevos recursos. Del mismo modo, en el proyecto SYMBIOSIS II, se ha llevado a cabo la transformación de residuos ganaderos y agrícolas en compost, un sustrato de alto valor económico, que aplicado al terreno de cultivo aumenta el contenido de materia orgánica, la capacidad de aireación a nivel radicular y la retención de agua, mejorando así las propiedades físicas del suelo e incrementando la actividad de los microorganismos beneficiosos para el desarrollo de las plantas.

Entre las actividades de ITACYL está el estudio de compostaje para el aprovechamiento de dos tipos de residuos ganaderos: la fracción solida de purines que proceden directamente de las explotaciones ganaderas, y la fracción sólida del digestato que se produce tras la digestión anaerobia de los purines.

En el primer caso se utilizó la fracción solida de purines mezclado con restos vegetales de poda. En el segundo caso se mezcló la fracción sólida del digestato con paja de cereal. En este último ensayo la mezcla de los materiales se realizó mediante un carro mezclador unifeed para obtener un sustrato inicial más uniforme debido a que el digestato es más difícil de mezclar con el estructurante (paja). El proceso de compostaje se hizo en abierto con pilas móviles y con volteos mecánicos (tractor con pala) para lograr una aireación adecuada. En cada ensayo se hicieron 2 pilas iguales.

A lo largo del proceso se han realizado diferentes volteos y riegos de las pilas, en función de los parámetros de control y muestreos que se han ido llevado a cabo durante el compostaje. Se ha medido la temperatura de las pilas diariamente, y semanalmente se han realizado análisis de humedad, carbono, nitrógeno y pH. En base a los resultados obtenidos, se puede concluir que el proceso de compostaje ha evolucionado correctamente, pasando por las diferentes fases propias de este proceso. La fase termófila ha tenido una duración mayor de 30 días, por lo que ha estado el tiempo necesario a temperaturas elevadas (43 días a más de 50˚C) para que haya tenido lugar una correcta higienización e inactivación de patógenos y semillas presentes en los materiales de partida.

Al finalizar el proceso de compostaje, se realizó un análisis físico-químico y microbiológico del compost, y se comprobó que el compost de solidos de purines, cumple con los requisitos de la legislación que regula los productos fertilizantes elaborados con residuos y otros componentes orgánicos, el Real Decreto 506/2013, de 28 de junio, sobre productos fertilizantes. Según los análisis obtenidos el compost es de Clase C. El análisis del segundo compost (sólidos del digestato) está aún por determinar, ya que el proceso se encuentra todavía en fase de maduración.

Uno de los aspectos importantes de un compost es conocer su madurez. Para ello se ha realizado el test de Zucconi (Zuconni y col., 1981), que mediante el Índice de Germinación (IG) evalúa si el compost es un producto estable para su uso en agricultura. Para su determinación se han utilizado semillas de berro y lechuga, las cuales se caracterizan por su alta sensibilidad y respuesta rápida a la presencia de fitotóxicos.

Los datos obtenidos muestran que el compost de solidos de purin está maduro y además contiene fitonutrientes o compuestos con efectos fitoestimulantes para las semillas. En cuanto al segundo compost, aunque no ha terminado el proceso de maduración, los datos preliminares muestran que los sólidos del digestato sin compostar tienen una fitotoxicidad moderada y que se elimina al ser compostados, adquiriendo además propiedades bioestimulantes que mejoran la germinación.

Una vez confirmado que el compost de sólidos de purín es apto para su aplicación en agricultura, se han llevado a cabo ensayos para comprobar si dicho compost puede utilizarse como sustrato en plantas hortícolas, sustituyendo en parte a la turba,

Se estudió el desarrollo de plantas de lechuga en las fases de emergencia y crecimiento durante un mes en el invernadero de alta tecnología del ITACyL.
Se prepararon los semilleros en bandejas de alveolos, y se añadió compost en diferentes proporciones al sustrato de turba y perlita (en proporciones de 0, 25, 50 y 75% de compost). Los resultados indican que al aumentar el contenido en compost disminuye el número de semillas emergidas. También el peso, el área foliar y la longitud de las raíces, son menores en los tratamientos con compost en el sustrato. Sin embargo, las plantas con un 25% y un 50% compost en el medio de cultivo, alcanzaron alturas mayores que aquellas cultivadas solo en turba.

Según estos datos, los bioensayos de germinación (ensayo de Zuconni) no indican fitotoxicidad en el compost lo cual indica que está maduro. Los datos de crecimiento y desarrollo utilizando el compost como sustituto del sustrato convencional (turba y perlita) son mayores en plantas sin compost. Esto puede ser debido a que, a pesar de que el ensayo de Zucconi evalúa una etapa crítica para la planta, la germinación, es a la vez insensible a ciertas sustancias toxicas, ya que la planta en esta fase obtiene muchos de los nutrientes que necesita directamente del endospermo de la propia semilla, donde almacenan las sustancias de reserva (Alvarenga y col., 2007; Kapustka y Reporter, 1993).

De este modo, el compost de sólidos de purines no sería indicado para utilizarlo como sustituto de la turba en las concentraciones estudiadas. Sin embargo, actualmente se están realizando ensayos para estudiar su valor como fertilizante, incluyendo el compost en proporciones más bajas dentro del sustrato ya que, por su contenido en nutrientes se considera que pueden obtenerse resultados interesantes.

Asimismo, en los próximos meses, una vez que el compost de la fracción sólida del digestato termine la fase de maduración, se procederá a realizar ensayos para evaluar su calidad y comparar los resultados con los obtenidos con el primer compost.

Si quieres más información del proyecto SYMBIOSIS II, puedes encontrarla AQUÍ.