La situación coyuntural derivada del SARS-Cov-2 ha impulsado la preocupación e interés de los consumidores por su salud, por lo que consumen y el impacto que pueda tener sobre su organismo. Para muchos consumidores, la alimentación se ha convertido en una de las medidas de prevención frente a los tratamientos paliativos convencionales.
En los últimos años, la tendencia saludable se ha materializado en etiquetas más limpias, aumento de la oferta de productos ecológicos y las alegaciones relacionadas utilizadas en distintas categorías de productos. Es ahora cuando se va a ver impulsada debido a varios factores:
– Consumidores. Cada vez más conscientes del impacto de la alimentación en su salud. Más informados sobre las opciones y beneficios saludables.
– Distribución. Apostando por nuevas empresas que, basadas en la innovación, desarrollar productos saludables generalmente con márgenes más elevados.
– Industria Alimentaria. Implicada en la reducción de azúcar, grasas saturadas, colorantes artificiales y/o ingredientes OMG. Desarrolla nuevos productos con probióticos, proteínas y otros ingredientes funcionales.